Buscar este blog

viernes, 23 de noviembre de 2018

Reencuentro al atardecer

Las sombras del atardecer envuelven gradual y sutilmente el ambiente. Él, estaba cerca de casa jugando con varios de sus amigos. De pronto, se queda inmóvil. Presiente que ella está cerca; no la ve, pero sabe que está allí. Su corazón comienza a latir con frenesí y sus ojos antes alegres, ahora parecen saltar de miedo en sus órbitas. En su mente, pasan vertiginosas imágenes que le ocasionan un largo estremecimiento que recorre todo su ser. Sabe que esta difícil la situación y se aferra impotente a una vana esperanza: “¡Qué no venga por mí!”

Sus amigos, al verlo en ese estado, desaparecen raudos y veloces.
Ella, ocultándose todavía de su vista, se acerca paulatinamente y percibe su transpiración.
“¡Mmmm! Ese rico olor del miedo, es como perfume que excita mis sentidos y trae recuerdos de festines pasados.”
Esa noche, la gata Rubí duerme feliz pensando que barriga llena mantiene el corazón contento.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios y opiniones con moderación y respeto